Conozca Niquitao, lugar donde se libró una de las más importantes batallas por nuestra Independencia (+FOTOS)

 

 

 



Venezuela es un país privilegiado por poseer sorprendentes y extraordinarias bellezas naturales y patrimoniales que lo han convertido en uno de los destinos más curiosos de la América Latina, posicionándola positivamente a nivel mundial.

Afortunadamente, la magia de la patria de Simón Bolívar no termina allí, debido a que su historia encierra interesantes relatos de batallas que envuelven a quienes las conocen y disfrutan del pasado de esta heroica nación.

Históricamente en Venezuela se libraron cruzadas que evidenciaron la sangre rebelde de nuestros aborígenes contra el Imperio Español. Estas acciones heroicas dieron paso a la guerra de independencia, mediante la cual, Venezuela logró su liberación del yugo hispánico.

Niquitao, pueblo legendario

El 2 de julio de 1813 se realizó en Niquitao, población del estado Trujillo, una de las batallas que marcó el éxito de la Campaña Admirable, como lo es la Batalla de Niquitao, ilustrada como el digno ejemplo de un movimiento de resistencia en contra de las autoridades españolas.

Esta acción armada, también conocida como “Llano del Ataque”, fue dirigida por José Félix Ribas junto a Rafael Urdaneta, en compañía de 450 hombres venezolanos armados que inmolaron sus vidas y derrotaron a las tropas realistas del Coronel José Martínque.

Martínque contaba con un ejército que duplicaba en número de hombres a nuestro ejército patriota. Allí Ribas demostró su espíritu libertario, “El General José Félix Ribas, sobre quien la adversidad no puede nada, el héroe de Niquitao y Los Horcones, será desde hoy titulado El Vencedor de los Tiranos en La Victoria”, así lo denominó el Libertador Simón Bolívar en un discurso de reconocimiento a este patriota.

Esta importante batalla surge a raíz de la Proclama de Guerra a Muerte, declarada por nuestro Libertador Simon Bolívar, donde escribió: “Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”, dicha aseveración la hizo el libertador con la finalidad de hacer cambiar la visión que el pueblo venezolano tenía de la guerra y así, darle un sentido patriota.

201 años después

En la actualidad el pueblo de Niquitao, es el lugar ideal para la relajación y encontrarse con la historia de Venezuela. Sus largas calles de piedras, aún conservan el estilo colonial, su plaza central se encuentra rodeada de casas antiguas que se encuentran en perfecto estado. No en vano, Niquitao fue declarado “Bien de Interés Cultural” por la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, el 5 de Febrero de 1.996.

En el caserío de Trindí, donde se libró la batalla, se encuentra el monumento histórico “La Columna”, lugar donde se pueden revivir los momentos gloriosos de la historia, parada obligada para respirar el fresco aire de los andes venezolanos y sentir el orgullo de los pobladores de éste pueblo, por ser el protagonista de una de las batallas más importantes del país.

La naturaleza le regaló a este poblado andino, la montaña más alta de Trujillo, como lo es la “Teta de Niquita”, que cuenta con una altura de 4.006 metros sobre el nivel del mar, la cual regala a sus visitantes maravillosos paisajes. Esta elevación rocosa es muy visitada por los deportistas extremos que viven una experiencia única al escalar hasta la cumbre del cerro que pertenece a la cordillera de los Andes.

Durante su recorrido se pueden divisar especies animales como el oso frontino, el águila real y la pequeña musaraña, entre otros. Al llegar a la cima, si el clima está despejado, se logra ver el Pico Humbolt, los Páramos merideños y hasta el lago de Maracaibo.

En el trayecto se encuentran bellezas naturales como las lagunas de las Parias y María Luisa, así como también el Pico Guirigay.

Niquitao, pueblo memorable que encierra en sus calles parte de la historia independentista de nuestro país. Es un lugar para cuidarlo, quererlo y valorar el sentir patrio.




RNV