Tal día como hoy nació el escritor y guionista venezolano Salvador Garmendia (+Biografía)

 

 

 



 

Salvador Garmendia Graterón (Barquisimeto, 11 de junio de 1928 – Caracas, 13 de mayo de 2001) fue un escritor venezolano. Narrador, periodista, guionista de radio y televisión y diplomático. En 1973 obtuvo el Premio Nacional de Literatura; en 1989, el Juan Rulfo (México) y en 1992, el Dos océanos (Francia). En 2003 fue creada en Caracas la fundación que lleva su nombre. Estuvo casado dos veces, uniones de las cuales resultaron siete hijos.

Salvador Garmendia nació en Barquisimeto en el año de 1928, Hijo de una típica familia provinciana de modestos recursos, enfermó de tuberculosis en la adolescencia por lo que tuvo que guardar cama durante tres años en los que gracias a la influencia de su hermano Herman, conocido escritor, leyó a los escritores clásicos y todo tipo de literatura, quedando en condiciones de no necesitar la escolaridad ininterrumpida para dedicarse en la primera juventud a diversos oficios, entre otros el de locutor radial.

En l948 se trasladó a Caracas y conoció todas las dificultades de los residentes de Catia, pronto se relacionó con el medio radial, que se encontraba en su apogeo, todavía no desplazado por la televisión. Una de sus actividades, además de la locución y animación de programas matutinos, fue la de realizar adaptaciones de escritores como Dostoievski, en la época de oro del radioteatro latinoamericano. Escribió guiones de radionovelas, género de gran sintonía, popularidad e influencia en Venezuela. Este trabajo no afectó sus preocupaciones literarias y a mediados de los años 50, en plena época de la dictadura perejimenista, entabló contacto con intelectuales y artistas contemporáneos procedentes de los medios universitarios con quienes practicó la bohemia y la crítica de la literatura venezolana que la generación de los 60 consideraba parroquial, estancada y ajena a la dirección contemporánea de las artes. Esas críticas se perfilaron mucho más intensamente cuando cayó el gobierno militar, lo que llevó a estos artistas a fundar “Sardio”, grupo literario, revista y modesta editorial.

En el año de l959 publicó Los pequeños seres, novela con la que Garmendia inicia no sólo su propia obra sino una época característica de la cultura venezolana en todos los órdenes artísticos: una nueva estética, nuevos valores, técnicas e influencias conceptuales. Ese breve libro causó gran conmoción en el ambiente, dio origen a extensas polémicas y sirvió de combustible a la completa revisión que pretendía imponer esa cultura joven.

Sus sucesivos trabajos se dedicaron a explorar de manera implacable los vericuetos físicos y mentales de la ciudad y de sus habitantes alienados y atormentados. Durante esta época de subversión política y de vanguardia artística participó en experiencias radicales como las del grupo El Techo de la Ballena.

En l968 remató su exploración narrativa con una novela cumbre como La mala vida, Garmendia exploró ese ciclo urbano hasta el año l973, cuando rompe con el género novela y comienza a acumular y expandir un incontrolable número de cuentos, relatos y textos breves de distinta índole, por ejemplo, Doble fondo (l966) o Los escondites (l972).

Para la década de los 80 su cuentística, sustituyó a la novelística, no se sujeta a una sola temática , combina diversas tendencias, va de lo realista y naturalista a la estampa, al texto fantástico o puramente imaginativo, al trabajo que por su estructura se acerca más a la naturaleza de la poesía que a la de la narrativa. Simultáneamente a su obra, Garmendia trabaja durante varias décadas en la televisión, desempeñándose como guionista de las famosas y discutidas telenovelas. A mediados de los años 70, participa con otros escritores en el cambio de patrones de este género originando la llamada “telenovela cultural”, que marca una tendencia en la cultura urbana de la época. Asimismo realiza guiones para el cine venezolano e incluso escribe guiones de documentales históricos como los dedicados a Isaías Medina Angarita y a la ciudad de Caracas.

En paralelo desarrolla en la prensa un sistemático trabajo de cronista de lo actual y cotidiano, mezclando el humor, el ingenio y la capacidad de especulación. Este gigante de las letras venezolanas escribió durante 40 años e interpretó la evolución cultural venezolana desde su pluma valiente y tenaz. Murió en Caracas afectado de una dolorosa afección crónica a los 72 años, dejó tras de si una extensa obra que le valió el reconocimiento del premio Nacional de Literatura en 1972 y el premio Juan Rulfo en 1989.

(La iguana.tv)